Tres cristianos fueron detenidos y sometidos a tortura por soldados musulmanes en un puesto de control de las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF) en Al Daein, estado de Darfur Oriental. El incidente ocurrió después de que un soldado encontrara a uno de los detenidos llevando consigo una Biblia, desencadenando una serie de eventos violentos que han resaltado las tensiones religiosas en el país.
Según testigos presenciales, al ser descubierto el individuo con la Biblia, los soldados musulmanes interrogaron: "¿De quién es esta Biblia?" Uno de los detenidos admitió ser el propietario, mientras que los otros se negaron a abandonarlo. Esto llevó a la detención de los tres cristianos, quienes posteriormente fueron sometidos a maltrato físico y tortura, incluyendo golpizas con palos de madera.
Este incidente se produce en medio de un conflicto en Sudán que ha estado en curso desde abril de 2023, enfrentando a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF). Más de 14,600 personas han perdido la vida y 8 millones se han visto desplazadas como resultado de este conflicto, que se originó por desacuerdos sobre la estructura militar entre las RSF y las SAF.
Ambos líderes militares tienen antecedentes islamistas pero han tratado de retratarse como defensores de la democracia. Sin embargo, desde que comenzó el conflicto, sitios cristianos han sido blanco de ataques, lo que ha contribuido a que Sudán ocupe el puesto No. 8 en la Lista Mundial de Vigilancia 2024 de los países más difíciles para los cristianos.
Las reformas para la libertad religiosa se han estancado desde el derrocamiento de Omar al-Bashir en 2019, y el golpe del 25 de octubre de 2021 ha suscitado temores de un retorno a la ley islámica estricta. El primer ministro Abdalla Hamdok se enfrenta a desafíos como la corrupción y el "estado profundo" islamista.
Sudán fue eliminado de la lista de Países de Preocupación Particular en 2019 y ascendió a la lista de vigilancia, pero las tensiones religiosas y los abusos contra los cristianos continúan siendo motivo de preocupación en el país, donde la población cristiana, estimada en 2 millones, representa el 4.5% de la población total.
Imagen destacada: Reporters Sans Frontières
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